¿Qué te convierte en escritor? ¿Qué
hace de tu vida una acción? Tenemos tantos nombres para llamarnos y gritarnos,
tantas voces para escondernos y, de repente, lo que uno quizás quiere es el más
mínimo de todos los silencios. Como los que haces en la música. Los silencios
propios de quien no tiene nada para decir por el momento porque hablar, supone
muchísimo.
Pero somos trenes descarrilados, yendo rumbo al fracaso: empezamos el
partido perdiendo. Y hoy quiero escribir, mientras intento terminar mi boceto
de libro que, espero, me lleve a un nuevo horizonte, en un nuevo continente, en
una nueva ciudad. Estoy un poco harto de la parálisis que produce la arena en
el desierto, creo que los edificios son muy altos acá y están tapándome todo el
sol. Yo quiero sol.
Espero que no vengan las voces tridentes del "te lo dije" o que
nadie confunda la aversión con el deseo. Si, esas inconstantes ganas de tener
razón, me da un poco de nostalgia pero...¡cuánta pesadumbre también!
Me hace acordar a cuando escribía antes, ¡y si quiero acordarme e intento
hacerlo, me es imposible! ¿Qué será de las letras que se nos esconden tanto?
¿Qué será de la Paz que nos duele siempre? Me encontré diciendo en mi último
e-mail (intento fútil de hacer algo de sentido con mi vida) "el mundo es
una jaula". Me dolió encontrarme con una realidad tan lastimosamente
aceptada, y yo peleando por ideas nefastas que incluyen: La Paz, el Amor y la
Solidaridad.
Leo las noticias del mundo, las que verdaderamente duelen y me siento un
privilegiado pero cuando pienso en los socorros que este mundo necesita y me
veo en las redes disconformes de la Comodidad me siento un mentiroso, un vil
manipulador.
¿La mentira? ¿Es lo mismo que los gustos? ¿Qué es mentir? ¡Arriba esas
manos burlonas que andan gritando ecos de querer estar solos! Arriba esas
garras idiotas del: 'haber cómo llamo la atención'. Vamos al grano, vamos al
universo. ¡Ahora estamos en Marte! ¿O era martes? ¡Ah, veo a un Amadeus que
viene corriendo y está decidido a golpearse la cabeza contra la pared! ¡Sé lo
que va a doler!
Uf... bueno, bueno, bueno, bueno... bueno, el tambor hace tum tum, tum tum,
parece un corazón que explota en la las latas de cerveza que se cuentan al
costado de un monitor manchado pero tan lleno de cariño. Los recuerdos de ayer
son: alcohol, alcohol, alcohol. ¿Esa estúpida manía de beber? Puede ser, a
falta de otras cosas. Me imaginé corriendo hasta el más oscuro y nítido de los
Vacíos: "El Vacío en sí mismo, es forma" dicen los Sabios Zen, ¿qué
es Zen? Me preguntaron en mi último viaje.
Sienta bien leer, aclarar, correr y distraerse. Sienta bien hacer el mal
cuando el mal es el bien que hace falta para que todo se re-establezca. Quizás
la Piedad Cristiana, tiene su centro en ése universo. A mí me gusta creer mucho
la fascinación de Plotino, contemplando al Bien como un alejamiento del Mal.
Pero estamos muy lleno de mentiras como para creer hoy en algo. ¡Yo quiero
creer en mis alpargatas y mi mochilita casera que hace la suerte de cajón de
idioteces!
Leímos a Borges y algunos tuvieron la mala suerte de leerme a mí. Lean más
Borges, léanme menos a mí. Nunca tuve tanto para decir y, sin embargo, el
"Yo" conmigo, es permanente. "Mis cuentos, no tienen
personajes" osó decir... claro, porque todo es "Yo". A mí me
gustaba la idea de ser nosotros y puede que por eso me perdí. ¿Me perdí? A mí
gusta la idea del plural. Siempre extraño a mis amigos, siempre extraño a mi
familia, siempre extraño a los míos. Y, cuando estoy de viaje y el tambor suena
bum bum, bum bum, pienso en mis guitarras que solas esperan hasta que yo vuelva
para volver a desafinar entre sonidos burlones y los recuerdos de una
risa.
Hoy es feriado en la Argentina, y las almas se juntan a hacer descabelladas
comilonas... Me acuerdo de los míos, me acuerdo de mi familia y me acuerdo de
mis amigos. Los llevo siempre, a todos, tan permanentemente presentes que me es
difícil no verlos con mis ojos abiertos. "Me fui 26 días a mi casa, no
podía soportar quedarme en el desierto y, cuando estaba pidiéndome las vacaciones,
estaba muy triste", ¿Cómo? Respondí: ¿Y con los otros meses que te quedan
del año, qué tenés pensado hacer? Ahí es cuando te das cuenta de las
diferencias irreductibles del absurdo:
El absurdo: Vuelvo a poner los dos puntos pero quiero empezar escribiendo
en mayúsculas. La libertad es aquello que nos moviliza a amar sin necesidad de
poner un freno. Yo, en el desierto (vuelvo con la partícula Y-O ,construcción
armoniosa como la de los átomos que forman moléculas), tengo restricciones
morales, esquivas, personales y emocionales, ¿puedo amar libremente?
Qué será de todo eso que todavía no sé, ¡de esos excitantes lugares del
Mundo que, al parecer, a otros llaman! ¿Qué será de la palangana cultural que
hace el ridículo en los cinco continentes? Mis metas se reducen a deseos, y los
deseos se tornan desesperantes. El año pasado no tenía expectativas con mi vida,
pero este año, volvieron todas juntas. El tiempo se hace años, el año se hace
pesado. Este iba a ser un gran año, lo dijo mi Astróloga China, la que escribe
libros todos los años y canta en todas las lenguas. Ella siempre habla de las
liebres esto, la liebres esto otro.
Dejemos de dejar. Acordémonos de empezar. ¿Volvamos a intentar? No sé nada
de todo eso, hoy no sé nada de nada. Sólo sé que Radiohead parece una buena
opción para pasar el momento y descargar la plaga que supone escribir y el
ridículo de vuelta... el ridículo de vuelta... el ridículo de vuelta... el
ridículo de vuelta... el ridículo de vuelta... el ridículo de vuelta... el
ridículo de vuelta... el ridículo de vuelta...
Hoy quiero tomar café, mirando a mis perros correr al lado mío mientras la
guitarra está apoyada en el pasto, cerca de mi silla verde. La que siempre usaba para mirar el
aterdecer.
Amadeus,
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