¿Por qué no
escribir con Jazz o sobre Jazz? A kiss is just a kiss, dicen lo que
saben… as time goes by. ¿Por qué no?
Amigo Thelonious, te conocí hace muy poquito y vos vieras las cosas que me
haces sentir cuando tocas el piano. ¿Qué saben ellos? No saben nada.
Por otra parte,
ahí estás vos… vos y tu ego, mejor dicho, saltando de cuarto en cuarto,
guitarra en mano. Escribiendo ahora, sobre jazz. ¿Se acuerdan ésa primera
publicación allá por diciembre del 2011? Yo sí. La primera cosa que escribí
para éste blog (que cerraré pronto), fue algo que escribí con un disco de Tom Waits: The Heart of
Saturdays Night. Un disco, editado en el año 74’. El segundo disco de éste
gigantísimo artista. Todavía se oyen los dejos del contrabajo ahí, en las
canciones tan perfectamente logradas de un Joven Tom, que con sólo 22 años
grababa su segundo álbum.
¿Qué saben ellos?
Pienso, mientras escribo estas palabras. Por lo que sí sé, somos unas máquinas
cargadas de egos y personalidades. Yo, más que ninguno, sin dudas. Pero ¿qué se puede decir de todas estas cosas
que suenan “bebop, bebop” that’s the way it sounds when you play it"… Dijo Dizzy
Gillespie. Bebop, bebop… Cantan Chalie Mingus, Charlie Parker y San Gillespie
en un concierto lejano de la década del 60’. ¿Y qué saben ellos? Nada.
Ay Amadeus, día
tras día, devorando y dedicado, completamente a tu música. ¿Qué haces durante
el día? Bueno, claramente, vivo para la guitarra. Es decir que, ni bien me
despierto trato de organizar el día en función a: cuántos discos voy a escuchar
y cuántas horas iré a estudiar. Esas son, por ponerlo en palabras elegantes,
las prioridades cotidianas. ¿Y qué saben ellos?
Después, claro,
siempre en busca de lo nuevo, de algún descubrimiento: el análisis. La línea
del contrabajo, (ahora tenemos a Ernesto, amigo Contrabajo que nos acompaña
como regalo de cumpleaños), la trompeta, el piano y la guitarra –cuando hay
guitarra.
Siguiendo, la
biografía de los artistas ejecutantes. Es importantísimo, diría vital, saber de
dónde viene toda esa cosa. El jazz, o la escuela de jazz, es algo que se sucede
en tiempo y forma y por un sinfín de otras
banalidades más, de generación en generación. Para vivir hay que tocar,
para tocar hay que vivir, sería el slogan que no pocos “jazzeros” adjudicarían
a su práctica. ¿Y qué decir? Qué saben ellos, nada.
Entonces, las
canciones, los artistas, los discos, toman forma. Claro, primero en boceto. Los
más dedicados dirán, con sus respectivos pentagramas, que hay que tomar el
impulso de partituras. Yo rehúso de ellas. Tal vez, más por obstinación que por
otra cosa. No me gustan. Me generan
cierta disconformidad. ¡Por favor, a los prolijos, absténganse de leerme! Si a
estos discos podemos sumarles un buen Malbec o algún otro vino de cepa
francesa, mejor. No tengo nada con los vinos italianos, me fascinan. Pero
realmente, no sé cómo se llevarán con el jazz. El Whiskey/Whisky, para mis
amigos Anglo-saxons, puede funcionar “just fine”, como diría Charly García. Es
importante comer antes de escuchar el disco porque, caso contrario, el jazz te
quitará toda el hambre. Más si uno es primerizo en el caso de Thelonious o Parker.
Igual, esto es sólo una recomendación:¿Qué saben ellos? Bueno, nada.
¿Pero Amadeus,
decíme cómo es, vos querés pasarte todo el día tocando? Básicamente, sí ¡Pero,
no sé puede vivir así! No claro, no se puede.
¿Entonces? Entonces, trato de hacerlo. ¿Y aguantas? A veces sí, otras,
me salen callos en los dedos y los callos se llenan de sangre y Cortázar; y
bueno hay que parar. ¿No te parece que exageras? Seguramente. ¿Y por qué no te
cuidas? Porque nadie me cuida a mí, salvo yo y yo, sé perfectamente lo que tengo
que hacer. ¿No es un poco ególatra tu pensamiento? Tal vez sí pero, ¿qué saben
ellos?
Y así pasa con
los discos. Los discos se van pasando, uno tras otro. Contrabajo, piano,
saxo, trompeta, batería. ¿Qué saben
ellos? Sometimes, when you play jazz t
it can sound either Cool or Hot but this has nothing to do with what we usually
think when it comes to terms like Cool or Hot… is something else. ¿Y qué saben
ellos?
Será lo que tenga
que ser. A modo de reflexión y basta de oraciones cortas, cada uno sabe lo que
tiene que hacer. Podemos discutir, el tiempo, el modo y su correspondiente
sintaxis. Pero hay algunas cosas en esta vida llena de puerilidades que no
cargan significaciones ambiguas. Yo desafía a muchos, bah, a todos… Pero si lo hago es porque me
gustaría saber: ¿qué sabés? Bueno… nada.
Jazz.
Amigo Amadeus,
hoy sí, cualquier cosa.