sábado, 23 de marzo de 2013

Sobre la Libertad del Individuo




… Porque no vale la pena seguir poniendo palabras ya gastadas que quedaron tiradas al costado de un árbol, un día de invierno, en una ciudad europea cualquiera. Escuchamos a Chopin porque sus Nocturnas nos hacen sentir vivos. Me da la sensación de que la gente ya no quiere vivir ninguna de esas cosas. Eso de sentir que se vive, que se respira, que uno está quieto sólo porque el mundo se mueve.

Me siento a mirar las montañas de alguna blanca cadena montañosa, en alguna placita perdida por alguna ciudad en vaya uno a saber qué continente, a qué hora y dónde.  Reflexiono sobre lo que siente la gente cuando respira aquel aire tan puro, tan fresco, tan vivificante que sólo me hace sentir parte de este hermoso planeta, parte de un hermoso sistema de Seres.

Huelo el olor a barro, tierra mojada por el rocío matutino que siempre despierta al hombre que trabaja y que nutre de vida al pasto. Suena Chopin y yo huelo el olor a barro, tierra mojada, que se mantiene así hasta bien entrado el día… Me da la sensación de que el barro y el hombre tienen un vínculo mucho más profundo de lo que normalmente se cree. ¿Quizás por eso dicen que del polvo venimos y hacia el polvo vamos?
¡Qué día tan claro! ¡Qué luz tan pura! ¿Se me permite soñar aún hoy, después de tantos pesares? ¿Se permite el destino darme un brinco que me lleve al respiro mientras las teclas hacen tac tac tac tac…? 

¿Qué tengo por delante que me hace tan ciego? ¿Qué tengo de pasado que me condena tanto? Piano, piano y más piano. Dicen que Chopin no daba conciertos en teatros grandes porque sabía que mucha de la gente que iba a allí, sólo iba por cuestiones sociales y no para escuchar la música. Debido a ello, su forma de atacar a esa pseudo sociedad estilizada por la idiotez, era haciendo presentaciones privadas para un grupito selecto de admiradores de la Música.

¿Qué es la libertad del individuo? ¿Cuál nuestro propósito? ¿A dónde queremos llegar cuando atacamos e invadimos con absurdas propuestas, con imbéciles ideas, con palabras tan vulgares y necias? ¿A dónde queremos ir a parar como grupo humano? Dicen que somos todos partes de una misma cosa, de una misma energía que fluye cual río, en su rumbo al mar… ¿Y quién de nosotros no se siente completamente diferente del resto? ¡Es más, diría que hay hasta una necesidad de querer diferenciarse…!

Estoy sentado en un banquito, en una plaza, en algún centro de alguna ciudad de vaya uno a saber qué continente, en algún planeta habitado por alguna especie de bípedo que gobierna y regula todo lo que le rodea.  Reposo, una de mis manos sobre mi mejilla y con la otra, me refriego los ojos porque el brillo que da la luz al chocar contra la nieve es muy fuerte y yo decidí sacarme los anteojos de sol para ver con más nitidez todos los colores del universo. No me quiero mover y pienso sobre la libertad del individuo. Conceptos como la libertad que siempre suenan y resuenan en alguno de mis textos, en alguna que otra canción, en una ventana en el desierto.

Estoy sentado solo. El estar solo fue una de las metas que me propuse allá en el viejo 2011. Tenía que experimentar, de una buena vez, el abandono total que sólo se puede sentir cuando neciamente se renuncia a todo lo conocido para vivir alguna cosa por razón- nueva- y por objeto, idiota.

Estoy sentado con un poco de frío, el común, el que se siente cuando afuera es invierno aunque el sol siempre amigable, nos  tranquiliza y nos da un poco de alivio, el suficiente para no desesperar. Estoy sentado y pienso sobre la libertad del individuo.

¿Qué nos hace ser libres, qué nos hace ser individuos? ¿Qué nos hace ser? Wittgenstein diría algo sobre la responsabilidad, Nietzsche algo sobre el patético deber, Platón nos contaría de la Virtud y el triunfo del Bien sobre el Mal…. Y yo me miro al espejo sólo para entender que en realidad, lo único que me interesa en esta síntesis de acciones condicionantes que llamamos vida, es el concepto de la libertad. Y vuelvo a meterme en el mismo asunto sobre la libertad del individuo y sobre qué es todo eso.


Pienso en el Arte y en cómo libera al hombre en todas sus formas. Hablo del Arte puro, el que realmente se lo puede considerar arte, el que no es contestatario para nada, porque es producto de la inspiración más próxima, de la luz más interna que tenemos, del reflejo de nuestras propias almas.  Pienso en el Arte y su Relación con la Libertad del Individuo.

Arte es quizás algo inabarcable, inasible, inalcanzable pero bien sé yo que es lo único que nos hace libre. ¡Y es por ello que en triunfo del Arte, el que es realmente bello por la Virtud de ser Arte, el que es realmente bueno por ser Bello, el que es realmente Arte por ser de un universo que nos es inalcanzable en estado normal, porque es sólo producto de la inspiración; es que llamo a todos a luchar en pos de él y en su Eterna Libertad!