sábado, 14 de julio de 2012

Que me quiten lo bailao.


Por qué canto así,


Vamos a lo más banal. Intentemos despojarnos, al menos hoy, de los buenos modales. Empecé leyendo a Tolstoi. ¿Saben lo que es eso? Un clan de correctos, adornados de bajezas que en realidad, buscaban escapar al irrefutable malestar que producía el penoso y nada bien considerado S XIX. Pasemos al S XX que alguien ya me dijo que "el mundo fue y será una porquería" para más adelante agregar "en el 510 y en el 2000 también".  O sino, terminemos de una vez por todas con todas esas modalidades de Paz y Guerra e intentemos concentrarnos en lo que nos rodea. Estoy en el S XXI.

Estoy escuchando un disco de Thom Yorke, cantante de los Radiohead. Estuve leyendo la historia, hace poco, de esta gran banda. Algunos la considerarán más o menos adecuada, otros un poco más inapropiada y siempre estarán aquellos a los que nada les importe. Mi filosofía a la hora de hablar de música post Beatles es la de escuchar el Álbum y juzgar sobre el álbum. Algunas cosas son recontra destacables... pero el concepto de banda debería quedar resumido al de: te creo o no te creo. Hiciste buena música o pésima.  Y ahí llegamos a los que puede llamarse veredicto. Porque si nos sentamos con los pantalones bien arremangados a juzgar sobre el estilo de la banda, entonces nos veremos metidos en un gran problema.

Pero dejemos la música y llevemos la atención, nuevamente, a lo más banal. Como bien dije arriba, en el primer párrafo. Hoy no me interesan los temas delicados de fantasmas y prosas. De mercados y poesías. De fierros y políticos que pocon hacen. No, no. Hoy estoy hablando de algo más humano. Más destacado que todas esas noticias que se publican para que la penosa audiencia sufra el desconsuelo de lo inevitable.

Los días que encerrado uno se pasa adentro de su cuarto. Metido con la cabeza en esto de lo que se tiene que hacer para que la vida sea lo que tenga que ser y no otra cosa. Claro, las preocupaciones del porvenir o el futuro mediato. Un whisky, dos whiskys, tres whiskys: listo. Nos fuimos directo al tango. Más tango: nos vamos a Julio Sosa. La Cumparsita:

Venía caminando por las calles mugrienta de Kuala Lumpur, ciudad capital, si no me equivoco, de ese país llamado Malasia. Y de repente, por acción de la magia o el elemento de la nostalgia (sumado  a las copas de ocasión en perfecta soledad), este tango tan tremendo que marcó en mí el cambio de una época a otra, saltó en mi memoria y como el olor del perfume que acompaña cada movimiento del cuerpo, este tango, me acompañó en mi vuelta al hotel.  (*Nota del autor: Tengo que confesar que perdí mi apartito con música. Cuando estoy solo, sobre todo caminando, me gusta musicalizar ese momento con la música que considero más pertinente para la ocasión. El haberlo perdido hizo que mi cabeza acompañara  mis tristes pasos, automáticamente,  con la música que consideró más conveniente y fue por ello que el tema "La Cumparsita" me vino en suerte).

Este Tango arranca como arrancan casi todos los tangos, con un tremendo dos x cuatro que el bandoneón resalta, mostrando la grandeza inmigrante  que una vez estacionada en la Hermosa Buenos Aires (La ciudad europea de Latinoamérica), marcó los destinos musicales de una era, de una época.  Ya desde el principio te advierte que será un tango triste, de los cómodos tangos penosos al estilo "Otario que andas penando". No es una milonga, no. Es el lamento al rojo vivo de un tanguero que quiere resaltar, desde el instante primero, que lo que él hará a continuación será, ni más ni menos, hablar del mismo Tango. Y así arranca: "Pido permiso señores, que este tango... este tango habla por mí".

Ya lo ven ustedes, el tango hablar por él.  Qué mejor elemento para una canción que la canción hable por uno, ¿no les parece? Una vez más, vuelvo en mi memoria, a ese día de año nuevo con mi botella de Champagne, encerrado en mi cuarto poniendo Play al disco de  Julio Sosa. El primer tema fue, por accidente del destino, este tema. El primer tango que me sentaba a escuchar, propiamente, como un tanguero. Con Champagne.

La nostalgia, la melancolía, la idea de lo que fue, lo que se perdió, lo que queda, lo que viene, lo que se encierra en el corazón, lo que esconde el corazón, lo que queda grabado en el alma para nunca más irse, lo que duele como hiel, lo que se perdió un día a la hora que la dormida se la llevó, lo que hacen las guitarras, lo que lastima el bandoneón, el ahogar las penas, el corazón lastimado por la percanta que se fue, el pido permiso señores y Mi Buenos Aires querido.... Tango. Tango y más Tango.

Ahí me di cuenta, me acordé de cuando mi meta era la de ser un tanguero cosa que creo yo soy a la perfección, de que el Tango ya cantó todo lo que había para cantar. La historia ya nos contó todo lo que tenía para contarnos. Ya no quedan historias nuevas, ni momentos nuevos en la humanidad. Agotamos esa posibilidad porque el hombre es egoísta. Ya, hasta las religiones están agotadas, so pena que le duela a los defensores de sectas.

Agotamos la proeza del hombre para encerrarla y empaquetarla en cuentos cortos que hoy se muestran por TV. Por eso a la gente le gusta tanto el presente aunque vivan del pasado. ¿Qué? ¿Qué cómo sé que a la gente le gusta el presente? Pues bien, muy fácil: miren un partido de football, miren las caras de los que están viendo el partido. Vayan a escuchar un tango a una tanguería. Vean a la gente comer un asado, un domingo al mediodía. Véanme a mí escuchando un disco de los Beatles.

Y me levanté. Me desperté de la cama pensando en esto y es por ello que ahora, 9.30 AM lo estoy escribiendo. Porque no me importa ni el futuro de lo que vendrá ni el pasado de lo que fue. Hoy le hago la guerra a esos tiempos y digo: vivo de esto, hoy. Mañana, me dedico a mis sueños. Sino, ¿qué sentido tiene la vida? Y termino con otro tango del Varón del Tango que dice:



"¿Qué querés que le haga hermano,
si nací pa' morir pobre.
Con un pucho entre los labios y un tango entreverao
juego, canto, bailo y río
y aunque no me quede un cobre...
Al llegar la última hora....
Que me quiten lo bailao".

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