… Porque no vale
la pena seguir poniendo palabras ya gastadas que quedaron tiradas al costado de
un árbol, un día de invierno, en una ciudad europea cualquiera. Escuchamos a
Chopin porque sus Nocturnas nos hacen sentir vivos. Me da la sensación de que
la gente ya no quiere vivir ninguna de esas cosas. Eso de sentir que se vive,
que se respira, que uno está quieto sólo porque el mundo se mueve.
Me siento a mirar
las montañas de alguna blanca cadena montañosa, en alguna placita perdida por
alguna ciudad en vaya uno a saber qué
continente, a qué hora y dónde. Reflexiono sobre lo que siente la gente cuando
respira aquel aire tan puro, tan fresco, tan vivificante que sólo me hace
sentir parte de este hermoso planeta, parte de un hermoso sistema de Seres.
Huelo el olor a
barro, tierra mojada por el rocío matutino que siempre despierta al hombre que
trabaja y que nutre de vida al pasto. Suena Chopin y yo huelo el olor a barro,
tierra mojada, que se mantiene así hasta bien entrado el día… Me da la
sensación de que el barro y el hombre tienen un vínculo mucho más profundo de
lo que normalmente se cree. ¿Quizás por eso dicen que del polvo venimos y hacia
el polvo vamos?
¡Qué día tan
claro! ¡Qué luz tan pura! ¿Se me permite soñar aún hoy, después de tantos pesares?
¿Se permite el destino darme un brinco que me lleve al respiro mientras las
teclas hacen tac tac tac tac…?
¿Qué
tengo por delante que me hace tan ciego? ¿Qué tengo de pasado que me condena
tanto? Piano, piano y más piano. Dicen que Chopin no daba conciertos en teatros
grandes porque sabía que mucha de la gente que iba a allí, sólo iba por
cuestiones sociales y no para escuchar la música. Debido a ello, su forma de
atacar a esa pseudo sociedad
estilizada por la idiotez, era haciendo presentaciones privadas para un grupito
selecto de admiradores de la Música.
¿Qué es la
libertad del individuo? ¿Cuál nuestro propósito? ¿A dónde queremos llegar
cuando atacamos e invadimos con absurdas propuestas, con imbéciles ideas, con
palabras tan vulgares y necias? ¿A dónde queremos ir a parar como grupo humano?
Dicen que somos todos partes de una misma cosa, de una misma energía que fluye
cual río, en su rumbo al mar… ¿Y quién de nosotros no se siente completamente
diferente del resto? ¡Es más, diría que hay hasta una necesidad de querer
diferenciarse…!
Estoy sentado en
un banquito, en una plaza, en algún centro de alguna ciudad de vaya uno a saber qué continente, en
algún planeta habitado por alguna especie de bípedo que gobierna y regula todo
lo que le rodea. Reposo, una de mis
manos sobre mi mejilla y con la otra, me refriego los ojos porque el brillo que
da la luz al chocar contra la nieve es muy fuerte y yo decidí sacarme los
anteojos de sol para ver con más nitidez todos los colores del universo. No me
quiero mover y pienso sobre la libertad del individuo. Conceptos como la
libertad que siempre suenan y resuenan en alguno de mis textos, en alguna que
otra canción, en una ventana en el desierto.
Estoy sentado
solo. El estar solo fue una de las metas que me propuse allá en el viejo 2011.
Tenía que experimentar, de una buena vez, el abandono total que sólo se puede
sentir cuando neciamente se renuncia a todo lo conocido para vivir alguna cosa
por razón- nueva- y por objeto, idiota.
Estoy sentado con
un poco de frío, el común, el que se siente cuando afuera es invierno aunque el
sol siempre amigable, nos tranquiliza y
nos da un poco de alivio, el suficiente para no desesperar. Estoy sentado y
pienso sobre la libertad del individuo.
¿Qué nos hace ser
libres, qué nos hace ser individuos? ¿Qué nos hace ser? Wittgenstein diría algo
sobre la responsabilidad, Nietzsche algo sobre el patético deber, Platón nos
contaría de la Virtud y el triunfo del Bien sobre el Mal…. Y yo me miro al
espejo sólo para entender que en realidad, lo único que me interesa en esta síntesis
de acciones condicionantes que llamamos vida, es el concepto de la libertad. Y
vuelvo a meterme en el mismo asunto sobre la libertad del individuo y sobre qué
es todo eso.
Pienso en el Arte
y en cómo libera al hombre en todas sus formas. Hablo del Arte puro, el que
realmente se lo puede considerar arte, el que no es contestatario para nada,
porque es producto de la inspiración más próxima, de la luz más interna que
tenemos, del reflejo de nuestras propias almas. Pienso en el Arte y su Relación con la
Libertad del Individuo.
Arte es quizás
algo inabarcable, inasible, inalcanzable pero bien sé yo que es lo único que
nos hace libre. ¡Y es por ello que en triunfo del Arte, el que es realmente
bello por la Virtud de ser Arte, el que es realmente bueno por ser Bello, el
que es realmente Arte por ser de un universo que nos es inalcanzable en estado
normal, porque es sólo producto de la inspiración; es que llamo a todos a
luchar en pos de él y en su Eterna Libertad!
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